Todo empezó cuando facundo plantó un tomate. Solo así. Lo plantó y brotaron miles de plantitas. Cuando solo tenían dos hojas y 1 cm de altura, los separamos transplantamos.
Luego buscamos un espacio en el jardín.
Después nos regalaron más semillas.
Más tarde brotaron mas y mas verduras.
Un día las probamos y descubrimos que sabrosas son.
Ahora leemos, arreglamos, regamos, cosechamos y disfrutamos de nuestra huerta que nació casi intuitivamente.
que buena la pinta de los rabanitos!!! que lindas son las huertas!!
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